Bajo la misma estrella
Gus
entró corriendo en mi habitación y gritó “¡Tengo una buena noticia!”. Yo le
dije ”ahora mismo no me apetece oír ninguna buena noticia”. Y Gus me dijo:
“Esta sí que quieres oírla”. “Muy bien, ¿qué pasa?”, Le pregunté. Y me
contestó: “Vas a vivir una larga y estupenda vida llena de grandes y terribles
momentos que ni siquiera puedes imaginar”.
Isaac
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