Hazel: -Me gustaría
morirme, Patrick, ¿Alguna vez te gustaría morirte?
Patrick: -Sí- Me contestó sin hacer su pausa
habitual- Sí, por supuesto. ¿Y por qué no te mueres?
Lo pensé. La típica respuesta era que quería
seguir viva por mis padres, porque ellos se quedarían destrozados y sin hijos
por mi culpa, y de alguna manera era cierto, pero no era exactamente eso.
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