lunes, 24 de noviembre de 2014

Las ventajas de ser invisible.

Es como cuando te miras en el espejo y dices tu nombre. Y llega un momento en el que nada parece real. Bueno, a veces puedo hacerlo, pero no me hace falta pasar una hora delante de un espejo. Ocurre muy rápido, y las cosas empiezan a desvanecerse. Y abro los ojos y no veo nada. Y entonces se me acelera la respiración intentando ver algo, pero no lo consigo. Esto no ocurre todo el rato, pero cuando pasa, me asusta.

Charlie

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