...-¿De verdad has leído todos esos libros que hay en tu habitación?
-¡Santo cielo!, no- se río-. Quizás haya leído
una tercera parte. Pero voy a leerlos todos. La llamo mi Biblioteca de Vida.
Todos los veranos, desde que era niña, he ido a ventas de garaje y he comprado
todos los libros que parecen interesantes. Así que siempre tengo algo para
leer, aunque hay tanto que hacer: cigarros que fumar, sexo que tener, columpios
en que columpiarse. Tendré más tiempo para leer cuando sea vieja y aburrida.
Alaska
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