miércoles, 10 de diciembre de 2014

Buscando a Alaska.

...En la cafetería se escuchaba el sonido habitual de las bandejas de plástico al golpear contra las mesas de madera y de los tenedores al raspar los platos, pero las conversaciones eran silenciosas. Sin embargo más que la falta de ruido de todos los demás estaba el silencio en donde debería haber estado ella, la Alaska burbujeante, vivaz, la narradora de historias; en vez de ello, se sentía como esos momentos que se había introyectado, cuando se rehusaba a contestar preguntas de cómo o por qué, sólo que esta vez era para siempre.


Miles

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