Simon contempló a
Clary mientras ésta permanecía recostada en la nevera, mordiéndose el labio
como hacía siempre cuando estaba alterada. A menudo olvidaba lo pequeña y
frágil que era, lo delgados que eran sus huesos, pero en momentos como ése,
momentos en los que deseaba rodearla con los brazos, le frenaba la idea de que abrazarla
demasiado fuerte podría lastimarla, sobre todo ahora que él ya no conocía su
propia fuerza.
Sabía que Jace no
sentía lo mismo. Simon había observado con una sensación de náusea en el
estómago, incapaz de apartar la mirada, cómo Jace había tomado a Clary en sus
brazos y la había besado con tal fuerza que Simon había pensado que uno o ambos
se harían añicos. La había sujetado como si quisiera aplastarla contra sí, como
si pudiera fusionarlos a los dos en una única persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario