viernes, 27 de febrero de 2015

Nuestra historia

Y te bese esa tarde, no me contuve y tus ojos se abrieron de sorpresa, y te sentí temblar entre mis brazos. Era esa la señal. Fue un verano, sin embargo ambos temblábamos como si fuese invierno. Lo demás, lo demás es historia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario