Gale, a quien nunca
he visto llorar, tiene lágrimas en los ojos. Para evitar que las derrame, me
acerco y lo beso en los labios. Sabemos a calor, cenizas y tristeza, un sabor
sorprendente para un beso tan suave. Él se aparta primero y esboza una sonrisa
irónica.
-Estaba seguro de que me besarías.
-¿Por qué?.- Pregunto, porque ni yo lo sabía.
-Porque sufro. Es la única forma de llamar tu
atención- añade, recogiendo la caja-. No te preocupes, katniss, se me pasará.
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