En
algún momento estuve más que enamorada de ti.
Me
hubiera gustado ser la razón por la que sonrieras cada día.
Ser la chica a la
que invitaras a salir cada tarde a caminar para patear juntos las hojas secas
caídas de los arboles.
Que cuando llevara tacones te ofrecieras a cargarme en tu
espalda como a una niña pequeña.
Que me
apretaras los cachetes solo por verme sonreír, o acariciarme el cabello, ese el
que peinaba en un chongo y que tú por molestar lo despeinaras, porque preferías
verme con el cabello suelto.
Deseaba que camináramos por las calles tomados de
la mano.
Que cuando tuvieras un problema fuera a mí a la que acudieras primero
antes que a nadie.
Quería
pasar momentos lindos contigo, pero tú solo me usabas y si, lo admito: me
enamore de ti, de tu sonrisa, de tu rara forma de ver la vida, de tu cabello.
De todo lo que eras cuando tenias interés en mi.
Cada
día esperaba una llamada tuya diciéndome: "Sal pequeña, quiero verte"
o "vamos a caminar", pero eso nunca paso.
Cuantas veces me tarde
horas sin saber que ropa ponerme para verme bonita para ti, solo para que tú me
dejaras plantada.
Hiciste
hacerme ilusiones.
¿Qué sucedió con ese "juntos para siempre"?
Me
besabas tan dulcemente que yo no podía negarme.
Todo
para que al final me dijeras "No quiero se seamos otra cosa que amigos"
No
quisiste más que ser algo pasajero.
Lo
pasajero más bello de mi vida.
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