Caigo de rodillas,
con las muñecas sobre las piernas. Intento encontrar el modo de escapar de
esto, del horror de lo que he hecho, pero no hay ninguna lógica sofisticada que
me libere; no hay salida.
Me tapo la cara con las manos e intentó no
pensar, intento no imaginarme nada de nada.
Tobias
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