domingo, 21 de junio de 2015

Leal

Entonces creo comprender su orden de prioridades: primero, su comodidad en un mundo hecho a su medida; segundo, y con bastante diferencia, las vidas de las personas a las que se supone que ama. Es uno de esos seres despreciables que no entienden lo despreciables que son, y que yo lo apabulle a insultos no cambiará ese hecho; nada puede hacerlo. En vez de enfadarme, me siento pesado, inútil.

Tobías

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