sábado, 29 de agosto de 2015

Grey

-Respira, Anastasia, respira.- Tengo que alejarme de ella antes de hacer una tontería, aunque me sorprende mi reticencia a moverme. Deseo sentirla un poco más entre mis brazos.- Voy a soltarte y a dejarte marchar.
Retrocedo y ella se aparta de mí, aunque, por extraño que parezca, no me produce ningún alivio. La sujeto por los hombros para asegurarme de que se tiene en pie. La humillación le cubre el rostro. Mi rechazo le produce una vergüenza insoportable.
Mierda, no pretendía hacerle daño.

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