Un ratón de biblioteca nervioso y tímido, ¿eh? Parece exactamente eso;
va vestida de una manera espantosa, ocultando su complexión delgada bajo un
jersey sin forma, una falda marrón acampanada y unas boas cómodas y prácticas,
¿Es que no tiene gusto para vestir? Mira mi despacho con nerviosismo. Lo está
observando todo menos a mí, noto con una ironía divertida.
¿Cómo puede ser periodista esta chica? No tiene ni una pizca de
determinación en el cuerpo. Esta ruborizada, tan dócil, tan cándida...tan
sumisa. Niego con la cabeza asombrado por la línea que están siguiendo mis
pensamientos, y me pregunto si las primeras impresiones son de fiar.
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