-Vuelve, por favor- dije en voz baja.
No podía oírme, pero eso no me impidió desear
que volviera y que me salvara del terrible dolor que sentía por su ausencia.
Después de abandonarme a mi desesperación
durante un rato bajo el agua, inspiré profundamente unas cuantas veces y me
repuse. El hecho de que Abby se hubiera marchado no debería haber supuesto una
sorpresa, incluso después de lo que había pasado por la noche. Lo que América
me había dicho tenía mucho sentido. Abby eran tan novata como yo en este tema y
estaba atemorizada como yo. Los dos teníamos un modo penoso y peligroso de
enfrentarnos a nuestros sentimientos y desde el primer momento en el que me di
cuenta de que me había enamorado de ella supe que me iba a destrozar.
Travis
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