...Quiere hablar con su supuesta amiga, así que examino la pista
abarrotada, inquieto al pensar en todos esos cuerpos apretándose contra el mío
mientras intento abrirnos paso a los dos.
Me armo de valor, la cojo de la mano y la llevo hacia la pista de
baile. Ella duda, pero si quiere hablar con su amiga solo hay una forma de
hacerlo: tendrá que balar conmigo. En cuanto Elliot se pone en marcha ya no hay
quien lo pare; a la mierda su velada tranquila.
Tiro de ella y la aprisiono entre mis brazos.
Esto sí puedo soportarlo. Si sé que va a tocarme, lo controlo.
Puedo con ello, sobre todo porque llevo puesta
la americana.
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