martes, 24 de noviembre de 2015

Grey

Ella cierra de nuevo los ojos y se vuelve de lado, pero enseguida se acurruca hecha un ovillo y se la ve pequeña y vulnerable. La tapo con el edredón y la beso en el pelo. Ahora que le he quitado la ropa sucia ha reaparecido un deje de su fragancia: manzanas, otoño, fresa, deliciosa...Ana. Tiene los labios entreabiertos, las pestañas le caen como abanicos sobre las mejillas pálidas, y su tez parece inmaculada. Lo único que me permito es un contacto más, le acaricio la mejilla con el dedo índice.

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