lunes, 6 de abril de 2015

Como si nada

¿Te ha tocado ir caminando en la calle y presenciar que un carro atropella a un perro, y éste luego se para y sigue caminando como si nada? A mí sí; de hecho, me tocó verlo hace poco cuando salí de mi casa dirigiéndome a un parque con mi computadora en mano para escribir esto que estás leyendo. Este perro atropellado muy seguramente no fue lastimado en ningún hueso, ni en ningún nervio que lo limitara en lo motriz, pero seguro hay algo dentro de él que se daño, que está sangrando internamente, algún órgano que se destrozó, pero el perro no lo sabe. Él sigue su camino después de haber recibido un gran golpe. Bueno, ese perro soy yo.
Me vi reflejado en ese perro que casi pierde la vida. Yo voy caminando por el mundo como si nada, y tú me ves y no percibes nada malo en mí, hasta podrías pensar que soy feliz, pero no. En mis adentros hay algo echado a perder, hay hemorragias hay alguna cosa que no funciona. Claro que estoy hablando en sentido figurado, no me lo tomes literal. Esto que te platico se debe a que he sido atropellado varias veces (también en sentido figurado) y sigo caminando, porque no me han quebrado, pero si han causado un desgaste dentro.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario