...Travis me atrajo junto a él sin pedir
permiso ni disculpas. Tensó los brazos y suspiró, mientras yo enterraba la cara
en su cuello. Cerré con fuerza los ojos e intenté saborear el momento. Sabía
que desearía volver a ese momento todos los días de mi vida, así que lo viví
con toda la intensidad de la que fui capaz.
Él miró por la ventana. Los árboles arrojaban
sombras a su rostro. Travis cerró los ojos y sentí que me hundía. Era terrible
verle padecer ese sufrimiento y saber que yo era no solo la causa..., sino la
única que podía librarlo de él.
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