Querida
Gin... Tonic. Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte.
Aunque sea tarde, escribir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a
mandar. Que no vas a recibir nunca, que como tú me enseñaste, en cuanto acabe
de escribirla la quemaré, mis sentimientos se pondrán a arder, y así el
dolor... cómo era, cómo decías tú... ah ya, así el dolor no se te queda tan
dentro. Esta vez solo quiero ser claro. Sería un imbécil si no gritara que me
he equivocado, contigo. Que la he cagado pero bien. En el principio, que he
intentado avanzar, sin apartar antes las cosas que me impedían, agarrado al
pasado, mirando para atrás, queriendo olvidar pero sin parar de recordar. Qué
locura Gin, empeñado en quedarme ahí. En medio de un lado y del otro, sin perdonar,
sin perdonarme, sin avanzar.
¿Dónde está el secreto del futuro Gin? Puede que esté en fijarse bien, y en avanzar. Mirar más cerca. Más. Tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro... ¡Claro! ¡Hay cosas que pasaron antes!, mucho antes. No quiero esperar milagros... solo que las cosas pasen, O no. Sí, no, sí, no, sí, no. Y ahora lo tendría claro, pero ahora ya no depende de mí, sino de ti. Te quiero.
¿Dónde está el secreto del futuro Gin? Puede que esté en fijarse bien, y en avanzar. Mirar más cerca. Más. Tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro... ¡Claro! ¡Hay cosas que pasaron antes!, mucho antes. No quiero esperar milagros... solo que las cosas pasen, O no. Sí, no, sí, no, sí, no. Y ahora lo tendría claro, pero ahora ya no depende de mí, sino de ti. Te quiero.
Hache
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