jueves, 25 de junio de 2015

¡Buenos días, princesa!

-¿Siempre son tan complicadas las cosas?- Pregunta Valeria cuando recupera su copa.
-No sé qué te ha pasado. Pero normalmente, todo tiene un lado sencillo y otro complicado. Solemos ir por el complicado.
-¿Y eso por qué?
-Porque nos gusta darle emoción a la vida. Si todo fuera fácil, no apreciaríamos lo que cuesta conseguir llegar a la meta. Los caminos casi siempre son rectos, y hasta tienen atajos, pero los humanos tendemos a encararlos por donde más dificultades haya.

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