domingo, 26 de julio de 2015

Ilusión

No sabía cómo dejarlo ir. Le di muchas oportunidades. A mí me enseñaron a luchar por lo que quería y yo lo amaba, y según mi creencia renunciar estaba prohibido. Creo que en el fondo me retiraba muy, muy lento; como para darle tiempo que se arrepintiera del daño que me hacía. Sin mirar atrás, me fui poco a poco, un paso, y luego otro, todos pequeñitos, creyendo que en algún momento me alcanzaría para decirme que había recapacitado y lucharía por nuestra relación. Me paso que después de alejarme un poco, voltee a mirar al lugar donde se quedó, y él ya se habla ido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario