viernes, 18 de septiembre de 2015

El amor en los tiempos del cólera

...También  sabía que era uno de los músicos del coro, y aunque nunca se había atrevido a levantar la vista para comprobarlo durante la misa, un Domingo tuvo la revelación de que mientras los otros instrumentos tocaban para todos, el violín tocaba sólo para ella. No era el tipo de hombre que hubiera escogido. Sus espejuelos no expósitos, su atuendo clerical, sus recursos misteriosos le habían suscitado una curiosidad difícil de resistir, pero nunca había imaginado que la curiosidad fuera otra de las tantas celadas del amor.

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