lunes, 19 de octubre de 2015

Grey

Han pasado cinco horas y todavía no he recibido ni una sola llamada de la cautivadora señorita Steele. ¿En qué narices estaba pensando? Contemplo la calle desde la ventana en mi suite del Heathman. Odio esperar. Desde siempre. Aunque ahora el cielo está nublado, ha permanecido despejado el tiempo suficiente para que pudiera dar una caminata por Forest Park, aunque el paso no ha conseguido calmar mi agitación. Estoy molesto con ella porque no me ha llamado, pero con quien estoy enfadado de verdad es conmigo mismo. Me estoy comportando como un imbécil. Ir detrás de esa mujer está resultando una pérdida de tiempo. ¿Cuándo he ido yo detrás de una mujer?
Grey, controlate.
Vuelvo a echar un vistazo al móvil mientras suspiro, con la esperanza de que su llamada se me haya pasado por alto, pero no hay nada. Al menos ha llegado Taylor y tengo todas mis cosas. Debo leerme el informe de Barney sobre las pruebas del grafeno de su departamento y aquí puedo trabajar tranquilo.
¿Tranquilo? No sé qué es la tranquilidad desde que la señorita Steele aterrizó en el suelo de mi despacho.

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