Te miro a
los ojos y encuentro una luna que alumbra nuestras almas, enlazándolas para
siempre. Te tomo de la mano, trato de no
perderme en ti, pero no puedo hacerlo, no hay marcha atrás, eres mi más
perfecta perdición. Te susurro vacilante que te quedes un amanecer más a mi
lado. "El último" dices y se me desgarra el corazón. Te beso y ya
eres parte de mi ser. Te suplico que no te vayas, que sigamos viviendo esta realidad,
que es mejor que cualquier otra fantasía. Pero es tarde, ya no estás mas bajo
el mismo cielo.
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