Cerré los ojos, pero, como las demás noches
de esa semana, no podía dormir. Pensar que la gente, como Shepley, pasaba por
ese tormento una y otra vez con diferentes chicas era una locura. Después de
conocer a Abby, no podía imaginar volver a arriesgar mi corazón de nuevo,
aunque encontrara a una chica que pudiera compararse con ella. No podía
sentirme así otra vez. Era como una muerte lenta.
Travis
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