domingo, 22 de noviembre de 2015

Cazadores de sombras - Ciudad de fuego celestial

Alec se quedó sentado, inmóvil. Durante semanas había estado soñando despierto que Magnus le decía esas palabras, y ahora se las había dicho, y no se sentía como pensó que se iba a sentir. No estallaban fuegos artificiales en su pecho. Se sentía vacío y frío.

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