Es cautivadora. Me está provocando...otra vez, y su irreverencia
resulta reconfortante, muy reconfortante. Sin embargo, tengo muy claro que no
soy un caballero de brillante armadura. Vaya, se ha formado una idea equivocada
y, aunque no me conviene en absoluto, me siento obligado a advertirle que en mí
no hay nada caballeroso ni cortes.
-No lo creo Anastasia. Un caballero oscuro quizá.-Si supiera hasta
que punto...
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