La depresión me empujo por este abismo hasta que al fin toque fondo y
ya no volví a ser la misma.
Nunca sonrió porque no tengo motivos, no tengo
amigos ¿quién va a querer estar conmigo?
Me desvanezco y las puertas del cielo están cerradas para mí porque dios
no da refugio a un corazón ateo.
Seré sincera, la verdad ya me da igual que pasara conmigo, yo solo
quiero descansar. Me quite la vida harta de golpes. Tenía amigos en los que
confiaba y familia, pero nunca estuvieron en mis días tristes.
No puedo seguir, lo siento, debo marcharme este es el sitio en el cual
yo dejo mi vida, como todo lo que ame.
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